
Digital Land Rush hace que la gente gaste mucho dinero en bienes raíces virtuales. ¿Pero por qué?
Hoy en día, la idea de gastar miles o incluso millones de dólares para comprar una "tierra" ficticia en un mundo virtual ya no suena tan absurda. La mayor parte de la actividad económica de algunos de los metaversos más conocidos gira en torno al sector inmobiliario. Más concretamente, a la compraventa de terrenos.
El dueño del terreno puede hacer en esta porción de terreno lo que quiera, desde limitarse a revenderlo especulando con su valor hasta construir lo que se le ocurra.
En los últimos meses distintas empresas han generado inversiones significativas en terrenos virtuales dentro del metaverso.
La consultora Price Waterhouse Coopers se encuentra entre las últimas firmas en entrar en el mercado inmobiliario de The Sandbox, una de las plataformas de mundos virtuales en las que la gente puede socializar, jugar o acudir a conciertos.
Otra persona compró recientemente por US$450.000 una parcela de tierra en Snoopverse, un mundo virtual que el rapero Snoop Dogg está desarrollando dentro de The Sandbox.
